Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con deslumbrante maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en https://liliansogd117150.amoblog.com/cómo-influyó-el-cabezazo-de-zidane-en-la-final-60334414